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El Mariachi Suena
(EMS).—¿ Ha cambiado la visión de la gente, hacia el mariachi?
Arturo Mendoza(AM).— SÍ, ayer precisamente
comentabamos que antes, ser mariachi era lo peor, era lo más bajo
y es que a veces tenían razón, porque todavía si tú
te das cuenta y observas, habemos gente —que vivimos de la música—,
y nos ponemos el traje de charro y lo traemos todo cochino, con la camisa
toda cebosa, el sombrero todo grasoso.. no, no. Somos algo cuachalotones.
Gracias a Silvestre Vargas, que puso esta disciplina, y los demás
elementos han enseñado la disciplina de Vargas (Silvestre), algunos
la han ejecutado en su propio conjunto. ¿por qué?... Porque
era una disciplina buena, que fue la que llevó al mariachi Vargas
—y a muchos—, a entrar en la alta sociedad.
E.M.S. :¿Cómo era esa disciplina?
A.M.— Vargas la tenía muy a la militar,
tenías que llegar muy bien arreglado, bien limpiecito, bien rasurado,
bien pienadito, boleado y tocar sin tomar ni una copa. Siempre lo engañabamos
porque había amigos que nos metían las botellas a los depósitos
de los baños, y entonces era una orinadera de todos los diablos,
y Vargas cuando se daba cuenta decía: “Bueno... ¡Pero si no
se han tomado ni una copa delante de mí...”. Y al rato estabamos
como hormigas pisadas. Entonces, esa disciplina de Silvestre, yo considero
que lo llevó (al mariachi), precisamente a los niveles en que están
los grupos organizados, donde ninguna sociedad se avergüenza de ellos.
Porque llegabamos como debería de ser , y todo eso se lo debemos
a Silvestre Vargas. Porque yo en aquel entonces —llegué en el cuarenta
y cinco—, conocí a muchos grupos, grupos como de la talla de José
Marmolejo, empezando que vivían en un lugar muy “gacho”, a pesar
de ser él , el jefe del mariachi. Y era el que sonaba —en aquel
entonces— como el mejor mariachi, entonces cuando se hacían los
programas en la XEW, la mayoría los tenía Marmolejo. Pero
él—por ejemplo—, no vestía a la categoría de él,
como director del mariachi. Entonces, analizando ésta, yo creo que
la de Silvestre fue la mejor para mí, a lo mejor había otras
mejores no?, pero no me tocó conocerlas, yo te hablo de lo que yo
conocí. Yo pienso que por eso le tenían tanta preferencia
los artistas al mariachi Vargas. En una ocasión—por que no decirlo—,
llegamos a una contratación y nos dice el señor: — “Ustedes
toquen ahí en la calle...”.: Y dice Vargas: — “No señor...
o nosotros tocamos adentro de su casa, o nos vamos...”. Así de fácil...
Y el señor nos tuvo que pasar, cuando vio el comportamiento de nosotros,
hasta le pidió una disculpa a Vargas. A eso me refiero yo, y esa
disciplina nos infundó a la mayoría. Y cuando ya me tocó
en suerte a mí, agarrar la dirección del Vargas de Tecalitlán—desde
el cincuenta y nueve para acá, que Silvestre ya se enfermó—,
pues yo traté de llevarla al mismo nivel de él... Y si la
mejoré, o la empeoré pues ya solamente el tiempo lo dirá.
Aunque mi compadre Mario (Santiago) dice que él fue el que platicó
con Jesús (Rodríguez), sobre la idea de que el mariachi Vargas
ya no tenía que acompañar a nadie, pero fue mi idea la que
se realizó, y no de ellos, que el mariachi Vargas, tenía
que hacer un número, como lo fue Lola Beltran, como es Vicente Fernández...
O sea, como solista, ¿por qué no el mariachi Vargas ser solista?,
¿por qué tenía que estar acompañando atrás
del artista?... Tantos cantantes que el mariachi Vargas ha acompañado.
o dime tú, ¿ a quien no ha acompañado el mariachi
Vargas...? Entonces, gracias a mi iniciativa, yo puse que el Vargas ya
fuera solista. Y cuando tuvieramos que acompañar a un amigo (a)—como
la señora Lucha Villa, que nos protegía con trabajo— , acompañarlo
¿por qué no...? Pero siempre y cuando le dieran—al Vargas—,
dos números como solista. Esa era mi condición con Raúl
Velazco y con todos ellos. Si la persona que tenía para pagarle
a Lola Beltrán ciento veinte mil pesos, yo creo que tenía
muy bien veinticinco mil pesos, para pagarle al mariachi Vargas... Entonces,
te contrataban ... — “ ...y va usted a acompañar a Lucha...”. —
“No señor... por acompañar a Lucha, le vamos a cobrar tanto...”.
— “Oye no, es que...”. — “Digo, porque si usted le está pagando
tanto dinero a Lucha Villa, y a nosotros nos está pagando tanto,
no es justo, nosotros somos doce, y ella se lleva la tajada grande y nosotros
una miseria...”. Ahí fue donde me puse yo rebelde y digo... No pues
si quiere que la acompañemos, porque nuestro trabajo cuesta tanto...
Y acompañar a esta u otra persona le cuesta tanto. Y así
fuimos escalando, hasta el lugar que tenemos o que estamos logrando a nivel
internacional. Y hay que estar consciente—como compañero— que lo
ha logrado (el Vargas), porque incluso tienen llena toda la agenda de este
año... Fueron a Japón— como solistas—, mañana salen
a New York—como solistas—, en Chicago también, en toda la Unión...
Entonces, al ratito ya no va a ser el Vargas el que va y viene como solista,
van a seguir ¡muchos grupos organizados...!. N’omas, ¡eso sí!,
sin caer en la vulgaridad. Porque para ser un buen número (solista),
no tienes que caer en la vulgaridad, el traje de charro ¡hay que
respetarlo!, porque es nuestro pan nuestro de cada día, es el orgullo
de todos los mexicanos. Tenemos que respetarlo como si fuera nuestro Himno
Nacional, el traje de charro es nuestro vestuario—me imagino—, como es
el traje del militar... No lo debemos de denigrar, habemos compañeros—o
grupos—, que realmente... “Estamos muy fuera de la olla”, pero en fin,
cada quien tiene derecho a hacerle la lucha, por el bienestar de sus hijos,
por la educación de ellos, pero sin llegar al término vulgar.
Eso es lo que yo considero, porque nuestra música es seria y alegre,
no la vas a tocar tú enojado, o de mala gana ¡no!...Tienes
que tocarla ¡sonriente, alegre!...Que se vea que estás disfrutando
de lo que estás haciendo.
E.M.S.— ¿Qué hace falta, o qué
camino deben tomar los grupos de mariachi para buscar ser solistas?
A.M.— Creo que nada más decisión,
que se decidan a seguir ... ¿Por qué no imitar al Vargas...?
Porque tú te das cuenta que al fin y al cabo nosotros—digo nosotros,
aunque yo ya no estoy dentro de las filas del Vargas—, hasta ahorita es
el que lleva el estandarte, ¿gracias a qué? pues a un señor
que se llama Rubén Fuentes, que es el patrocinador de que el mariachi
Vargas siga grabando, y siga mejorando sin perder su sabor de mariachi...
Sin dejar de tocar los sones ¡jamás en la vida!. Porque los
sones es la música del mariachi, realmente la música del
mariachi es el son jaliscience, ¡claro!, ya ahora el mariachi es
muy versátil. Ahorita tocan clásico, semiclásico,
¿ves?... Las obras musicales que se han hecho... esos popurries,
que se han hecho en una forma o en otra, los iniciadores de eso: Jesús
Rodríguez, Rigoberto Alfaro el señor Fuentes, entonces han
ido haciendo unos mosaicos musicales muy bonitos, que son los que —precisamente—,
te empujan a ti, a ya no acompañar... Y si vas a acompañar...
¡Pues... cotízate bien!. ¡Que no se lleven la tajada
el grande...!. ¡Que le dejen algo al chico!. Porque ellos (los cantantes),
al fin y al cabo sin el mariachi...¡no son nada!.
E.M.S.—Hay que auto-valorarnos, nosotros mismos,
¿no?.
A.M.—¡Sí, nosotros mismos!...¿Por
qué?, porque de nosotros depende. Mí trabajo—el mio como
persona, no como grupo— dentro del grupo, para mí fue muy sagrado.
Porque yo le metí, lo que se llama alma, le metí... ahí
dejé mi juventud, ahí dejé todo mi entusiasmo y el
amor de músico... ¡Cooperando con el equipo!. Y tirándose
—uno—, de vez en cuando un “tirito”... “¡Órale!, no te duermas
que estamos ganando igual”. Que lastime para que diga: “¿ah caray?...
Pues tiene toda la razón...”. Entonces... ¿Qué hay
que hacer...?, estar alegre, ¡y meterle toda el alma!.
E.M.S.—¿Ya está retirado de la
música?.
A.M.—Yo ya me retiré, claro, me retiré
por razones de salud... la altura de México, el viajar. Ya todo
eso me comenzó a hacer daño, ya no pude trabajar al nivel
que yo quería, y aunque la estaba haciendo como coordinador, pero
no me consolé con hacer eso nada más. En sí, te puedo
asegurar, estoy feliz, estoy contento por decir que tanto Silvestre Vargas
hijo, como Rubén Fuentes, me han tomado en cuenta a mí también,
como propietario del mariachi Vargas.
E.M.S.—¿Y, cómo lo trata Zapotiltic?.
A.M.—¡No!... Mi tierra—y bien lo decía
mi padre, una palabra de él—, decía: “Aquí... la persona
que llega, y bebe agua de Zapotiltic...¡Jamás se vuelve a
ir...!.
fin. Indice No. 5